Las Flores de Bach son una serie de esencias naturales utilizadas para tratar diversas situaciones emocionales, como miedos, soledad, desesperación, estrés, depresión y obsesiones. Fueron descubiertas por Edward Bach entre los años 1926 y 1934. El Dr.Bach era un gran investigador, además de médico y homeópata.
Se encuentran dentro del grupo de las llamadas terapias alternativas, se utilizan tanto para enfermedades físicas o psicosomáticas como para trastornos psicológicos o emocionales.
Aunque el uso de las flores con fines terapéuticos se remonta a la antigua China, no fue hasta 1930 cuando el médico británico Edward Bach dio a conocer un sistema terapéutico basado en la utilización de 38 remedios naturales que se preparan con flores frescas, maceradas en agua mineral y a la luz del sol, que conservan la cualidad energética de una determinada flor.
El Dr. Bach era un gran investigador, además de médico y homeópata. Experimentó con diversas flores silvestres nativas de la región de Gales, en Gran Bretaña, de donde él era originario, hasta encontrar 38 remedios naturales, cada uno con propiedades curativas para distintos problemas emocionales. A estas 38 flores se les llaman Flores de Bach.
Su teoría era que las enfermedades físicas tienen un origen emocional, y que si los conflictos emocionales subsisten por mucho tiempo, la enfermedad del cuerpo empieza a aparecer, Sin embargo, al restaurar el equilibrio emocional se resuelve la enfermedad física. Fue de esta forma que desarrolló la Terapia de las emociones.
El conjunto consta de 38 flores dividida a su vez en siete grupos que tratan: miedos, falta de interés, incertidumbre, soledad, hipersensibilidad, ideas externas, desesperación, y preocupación excesiva por los otros.
«La salud depende de estar en armonía con nuestras almas» Dr. Edward Bach.
¿Para qué sirven las Flores de Bach?
Las Flores de Bach se utilizan en el tratamiento de enfermedades físicas y psicosomáticas, así como para el tratamiento de de diferentes trastornos psicológicos o emocionales.
Su función es la de transformar las actitudes negativas en positivas sin esperar a sentirse enfermo. Ayudan a alcanzar un equilibrio evitando la aparición de los síntomas y empujando al organismo hacia la autocuración estimulando las defensas.
El estrés es una de las causas que debilita el sistema inmunológico haciendo bajar las defensas y haciéndonos más propensos a padecer enfermedades. Mediante el tratamiento con Flores de Bach se estudia también las características de personalidad del individuo, así como los estados emocionales negativos: miedo, ansiedad, temor, irritabilidad, depresión, apatía, odio, agresividad, tristeza, agotamiento, cansanio, desmotivación, desánimo, desorientación, dificultades de aprendizaje, celos, angustia, inseguridad, impaciencia, etc…
Al actuar directamente sobre los estados emocionales negativos, las Flores de Bach resultan ideales en el tratamiento de trastornos como la ansiedad, depresión, insomnio, traumas, obsesiones… ya que actúan inconscientemente empujando al organismo hacia el equilibrio emocional y la autocuración.
¿Cómo tomarlas?
Existen diferentes formas de tomar las flores de Bach, siendo los métodos más recomendados la toma de las gotas de un frasco de mezcla o el método del vaso de agua.
- Del frasco de mezcla
Este método es aconsejable para los tratamientos a largo plazo.
Es la forma más habitual de tomar las flores de Bach y consiste en tomar las gotas desde un frasco que contiene una mezcla personalizada de esencias diluidas en agua. En nuestra sección de preparación puedes informarte de cómo se hacen.
Dosis: Tomar 4 gotas 4 veces al día, debajo de la lengua*. En caso de que el paciente no pueda ingerir el remedio, aplicar unas gotas en los labios o la frente.
*A los bebés se les puede aplicar las gotas sobre las muñecas o echarlas en su agua de baño y a los niños pequeños se les pueden añadir las gotas a su bebida.
- Del vaso de agua
Este método es aconsejable para tratar los estados negativos temporales.
Dosis: echar de 1 a 3 gotas de las esencias elegidas en un vaso de agua mineral. Mantener tapado y beber a sorbos a lo largo de día (para el remedio de rescate se echarán 4 gotas). Diariamente se preparará un vaso de mezcla nuevo, hasta que el estado de ánimo negativo haya desaparecido.
- Del frasco de concentrado
Este método sólo debería usarse si se trata de una urgencia y no hay ningún líquido disponible, ya que las flores de Bach necesitan diluirse en un líquido para tener un efecto más permanente. La dosis a tomar son 2 gotas debajo de la lengua, las veces que hagan falta.
- En el agua del baño
Este método sólo se debería usar como tratamiento complementario a la administración oral de las esencias florales. Echar 5 gotas de cada esencia elegida en una bañera con agua tibia, sumergir el cuerpo durante varios minutos y secarse a toquecitos (sin frotar).
¿Cuándo tomar la mezcla de flores de Bach?
Aunque no hay horas fijadas, las tomas del frasco de mezcla se deben distribuir a lo largo del díapara que el tratamiento resulte efectivo. Lo más habitual es hacer una toma nada más levantarse, otra al medio día, otra por la tarde y la última antes de dormir. Si nos olvidamos de alguna toma, es inútil compensarla duplicando la siguiente dosis.
Es recomendable tomar las flores de Bach por lo menos 20 minutos antes o después de comer, tomar medicamentos o lavarse los dientes, y mantenerlas unos segundos en la boca antes de tragar.
Al empezar un tratamiento nuevo, puede ocurrir que tengamos la sensación de que necesitamos tomar la dosis con más frecuencia. En estos casos escucha a tu cuerpo y haz las tomas con más frecuencia, esto se regulará con el tiempo.